lunes, 15 de junio de 2009

BARILOCHE DISCRIMINADA. LA IGNORANCIA COMO MODELO


Hoy veo una noticia muy impactante: En Diputados se hacen proyectos para rechazar y evitar el antisemitismo en Bariloche. Y eso conlleva una clara opinión: que Bariloche es antisemita.

Dentro del racismo, el antisemitismo es una de las demostraciones más acabadas y más difundidas de aquél.

Pero y qué hay del resto de los que no escribimos graffitis, de los que no tenemos nada que ver con actos xenófobos y que también compartimos el título de barilochenses?

¿Es razonable que por obra de algunos tengamos que ser considerados todos los barilochenses como antisemitas?

Las palabras de Accavallo son tranquilizadoras, y también van para este lado del análisis. Pero, mientras, tenemos que seguir soportando que la sombra de Priebke nos oscurezca.

Y cuando la semana pasada, un ministro en Santa Fe aconsejó no venir a Bariloche por la gripe porcina, que estaba haciendo ese ministro?

Segregando? Sí, también lo hacía, de un modo menos ostentoso, y por razones más fundadas y sin una historia tan dolorosa como la que vivieron los judíos, de quienes, justamente recordamos en estos días el nacimiento de la bella Ana Frank.

Quien pueda dar a sus hijos el diario de Ana Frank, ingresará a los mismos, en el lado más claro de lo que ha sido para un pueblo un sufrimiento semejante.

Por eso, para hacerla corta, pues esto no pretende ser más que un ejercicio mental para contagiar el pensamiento sobre estos puntos, volvemos al principio del titulo de este blog:


Bariloche merece cultura,

el racismo y la discriminación en el más amplio de los sentidos, también nacen de la ignorancia.

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